El milenio es el reinado de mil años de Cristo con Sus santos en el cielo entre la primera y segunda resurrección. Durante este tiempo los ímpios muertos serán juzgados; la tierra será completamente desolada, sin ningún habitante humano, pero ocupada por Satanás y sus ángeles. Al final de los mil años, Cristo con Sus santos y la Santa Ciudad descenderán del cielo a la tierra. Los injustos muertos serán resucitados, y junto a Satanás y sus ángeles rodearán la ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y limpiará la tierra. El universo será entonces libre del pecado y de los pecadores para siempre. (Apocalipsis 20; 1 Corintios 6:2, 3; Jeremías 4:23-26; Apocalipsis 21:1-5; Malaquías 4:1; Ezequiel 28:18, 19).